MIRAR CON IMÁGENES: EL GRECO EN CASTILLA-LA MANCHA: actividades

Jornadas de Innovación docente "EL GRECO, AYER Y HOY"

Ciudad Real-Toledo, 8 al 10 de abril de 2014

https://www.uclm.es/actividades/evento.aspx?id_evento=5088

Seminario 4.0 "LAS CASAS DE EL GRECO"

Ciudad Real, 11 al 13 de marzo de 2014

http://www.uclm.es/Actividades/evento.aspx?id_evento=4896

Jornadas de Innovación Docente "EL GRECO: PERSPECTIVAS HUMANÍSTICAS"

Albacete, 4 al 6 de marzo de 2014

http://www.uclm.es/ab/humanidades/1314/greco.asp

Ponencias

Sonia Morales

José Arturo Salgado

Fernando González

Silvia García

Miguel Cortés

Seminario "EL HORIZONTE DE EL GRECO"

Ciudad Real, 26 al 28 de noviembre de 2013

http://www.uclm.es/actividades/evento.aspx?id_evento=4775

Resúmenes

El Greco en el horizonte de Castilla-La Mancha

Miguel Cortés Arrese, UCLM

El descubrimiento de nuevas obras de El Greco en el primer tercio del siglo XX, le llevó a pensar a Lafuente Ferrari, en 1945, que la procedencia geográfica de los clientes del pintor era más amplia de lo que se creía hasta entonces. Y no se limitaba a Toledo capital, Illescas o Nambroca, pues todas las provincias de Castilla-La Mancha atesoraron cuadros del cretense. También las vecinas Jaén y Soria.

Se trataba, en lo fundamental, de cuadros de devoción, localizados, a veces, de manera casual, como La Adoración de los pastores de Daimiel; estaba en un rincón del convento de Carmelitas; allí la vio el investigador Antonio de Castro. Y no todos los lienzos se conservan en su lugar de origen. El magnífico San Juan Bautista de Malagón, se guarda, desde 1946, en el Fine Arts Museum de San Francisco. A su vez, La Visitación de Santa Clara de Daimiel, de hacia 1610, se puede contemplar ahora en la Dumbarton Oaks de Washington.

San Juan Bautista, 111 x 66 cm., h. 1600, Fine Arts Museum of San Francisco

El Greco y la Pasión de Cristo

Fernando González Moreno, UCLM

La presencia en las provincias de Cuenca y de Albacete de tres obras de Doménikos Theotokópoulos “El Greco” nos sirve como excusa para analizar la obra del cretense de temática pasional. Se trata de tres lienzos que responden a dos de las temáticas de mayor éxito y difusión del taller del Greco: la Oración en el huerto, conservado en el Museo Diocesano de Cuenca aunque procedente de las Pedroñeras, y sendos Cristo abrazado a la cruz, uno en el citado museo conquense, en este caso originario de Huete, y otro en el Museo de Pintura del Santísimo Cristo de los Milagros de El Bonillo (Albacete).

Estos asuntos se derivan del que fue el primer gran éxito de El Greco en Toledo, El Expolio. En todos ellos el cretense nos muestra una imagen de Cristo muy alejada de la visión más dramática y cruenta a la que nos acostumbrará el arte barroco de la Contrarreforma. Por el contrario, en sus lienzos se presenta a Cristo desprovisto de todo dolor carnal; su imagen, puramente espiritual, inmaterial, se convierte en un icono –lo que de alguna manera supone un regreso del Greco a sus orígenes– de la aceptación del sacrificio. Este modelo de espiritualidad lo encontramos también en la obra literaria de Fray Hortensio Félix Paravicino, con quien El Greco mantuvo amistad durante sus últimos años de vida y al que dedicó un magnífico retrato en 1609. Así, el Romance a la Pasión de Cristo de Paravicino nos sirve para alcanzar una mejor comprensión de los modelos devocionales del Greco.

Otras obras de temática pasional, como la Crucifixión entre donantes (h. 1580, procedente del Convento de la Visitación de Toledo, hoy en día en el Louvre), las imágenes de la Verónica y la Santa Faz o las Lágrimas de San Pedro, nos recuerdan igualmente la capacidad del Greco para crear iconos devocionales de gran originalidad y gran éxito en la sociedad española de los siglos XVI y XVII.

Oración en el huerto, 88 x 50 cm., h. 1600-1605, Museo Diocesano de Cuenca

Proyección: El Greco, de Yannis Smaragdis

2007
119 min. Grecia/España/Hungría
Director Yannis Smaragdis
Reparto Nick Ashdon, Juan Diego Botto, Laia Marull

Tras abandonar Candía en 1566, el pintor Domenicos Theotocopoulos llega a Venecia, sobresaliendo en el taller de Tiziano. Años más tarde viaja a España: conoce a Jerónima de las Cuevas, tiene un hijo –Jorge Manuel- y se asienta en Toledo, donde es reconocido profesionalmente. Y acaba enfrentado con el Inquisidor general Fernando Niño de Guevara.

La película se ha rodado como un homenaje a El Greco pero su biografía ofrece lagunas: no se trata la estancia en Roma o su deseo de ponerse al servicio de Felipe II; las localizaciones son, a veces, poco verosímiles: el escenario de Toledo. Y adolece de un guión lento y un planteamiento teatral. Resultan excelentes, en todo caso, la música de Vangelis y la fotografía. El Greco no ha encontrado todavía un director del talento de Peter Webber, en La joven de la perla, o Vincente Minnelli, en su impecable recreación de Van Gogh, El loco del pelo rojo.

Miguel Cortés Arrese

El entierro del Conde de Orgaz y la idea de la muerte

Sonia Morales Cano, UCLM

Cuenta la leyenda que, durante el entierro del piadoso don Gonzalo Ruiz de Toledo, en la parroquia de Santo Tomé, bajaron del Cielo San Esteban y San Agustín para depositarle en su tumba. En 1586, dos siglos después de su muerte, El Greco recibió el encargo de conmemorar el milagro a través de un lienzo que se acabaría convirtiendo en su obra maestra y una de las mejores creaciones del arte universal.

Y no sólo cumplió su cometido, con la incorporación, eso sí, de personajes de su tiempo participando en el cortejo fúnebre; también sintetizó la idea de la buena muerte convirtiendo “el Cielo abierto de Gloria” en el escenario del juicio del alma de don Gonzalo y su destino. La composición bipartita de la obra, las diferencias de estilo entre los dos mundos, el contraste entre la luz celestial y la oscuridad terrenal y la assumptio animae, liberada del cuerpo, son expresión de la doble naturaleza humana y el mensaje esperanzador de la vida eterna, en sintonía con la Contrarreforma.

El entierro del Conde de Orgaz, 480 x 360 cm., 1586-1588, parroquia de Santo Tomé de Toledo

El Apostolado de Almadrones

José Arturo Salgado Pantoja, UCLM

Poco después de finalizar la Guerra Civil española, el comandante del Fuerte de Guadalajara se hacía eco del hallazgo de nueve lienzos de gran calidad en los desvanes de dicho edificio. Apenas unas semanas más tarde, el Marqués de Lozoya confirmaba lo que algunos ya presentían: que dichas piezas formaban parte de un apostolado realizado por El Greco.

Casi nada se conoce acerca del origen de este conjunto de telas, heterogéneas en su factura y parcialmente inconclusas. Tampoco está claro en qué momento llegaron a la iglesia de Almadrones (Guadalajara), donde permanecieron hasta su traslado en julio de 1936. Sea como fuere, el enigmático apostolado alcarreño sufrió un lamentable proceso de disgregación entre 1946 y 1952, quedando repartido entre el Museo del Prado y varias colecciones estadounidenses.