viernes, 10 de enero de 2014

Cristo resucitado

EL GRECO
Talla policromada, 45 cm.
1595-1598
Museo del Hospital Tavera, Toledo
Imagen: Fundación Casa Ducal Medinaceli



Los verdaderos genios escapan de cualquier intento de clasificación. Su continuo afán por alcanzar un conocimiento humanístico, por explorar la entresijos del universo y por trascender la vulgaridad a menudo los convierte en incómodos para los mediocres y en peligrosos para los poderosos. Quizá por ello, afirmar que El Greco es un pintor parece simplista, casi eufemístico. Con apenas observar algunas de sus principales obras, el avezado espectador rápidamente descubre la personalidad de un artista culto, viajero y viajado, ecléctico y, quizá como consecuencia de todo ello, subversivo y transgresor.

El antiguo archivo del Hospital de San Juan, de Afuera o de Tavera, plagado de legajos y obras del Siglo de Oro, gira en torno a una mesa central sobre la que se eleva un grácil Cristo resucitado. Se trata de una de las creaciones del Doménikos Theotokópolos menos conocido; de ese talentoso y polifacético griego a veces eclipsado tras la paleta ácida, las veladuras y los lienzos de lino. La pieza formaba parte de un conjunto proyectado para el tabernáculo del templo hospitalario, nunca concluido, que también incluía cuatro doctores de la Iglesia, los santos Jerónimo, Gregorio, Ambrosio y Agustín, y un apostolado de mármol fingido. Esta talla policromada, la única que llegó a entregar El Greco, es una obra de canon manierista, muy próxima a los estilemas que el autor plasma en cuadros como La Resurrección del Museo del Prado. La figura de Cristo es vertical, tendente a lo elevado, mientras que sus carnaciones son sutiles y blanquecinas, casi inmateriales. Su desnudez evoca la de los dioses clásicos, mientras que su rostro sereno y su gesto decidido subrayan la existencia, dentro del mismo ser, de una doble naturaleza: la divina y la humana.

José Arturo Salgado Pantoja


2 comentarios:

  1. Una faceta desconocida de este gran genio. Gracias por descubrirnoslo.

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  2. Gracias por tu aportación y por descubrirme esta impresionante faceta del Greco, ya que aunque soy toledana y he visitado el museo no había sabido apreciar esta maravilla. Gracias y adelante con vuestro blog.

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